Tus clientes, son las personas con las que vas a ocupar una parte importante de tu jornada. ¿Sabes cuanto tiempo vas a pasar con ellos?
Lo primero que tiene que quedarte claro para saber quiénes son los clientes ideales, es que no puedes ofrecer utilidad a todo el mundo, así que deberás elegir a tu clientela. Que alguién tenga dinero para pagar no lo convierte en el cliente ideal.
Descarta a las personas a las que creas que no debes atender prioritariamente y conseguirás el tiempo para dedicarte a descubrir quiénes son los clientes ideales. Trabaja solo con los clientes que te inspiren y a quienes inspires.
Para poder elegir necesitas dar respuesta a estas preguntas primero:
- ¿Quiénes son mis clientes ideales?
- ¿A quién quiero atender en mi profesión?
Ten en cuenta que tu cliente ideal posee estas tres características:
- Te pide más servicios o productos porque los valora.
- Saca lo mejor de ti como profesional.
- Te refiere otras personas de su entorno.
Sabrás quiénes son los clientes ideales porque disfrutas con ellos y en lugar de quitarte energía te la proporción.
Si amas a tus clientes, disfrutarás de tu profesión. Si eso ocurre, te irá bien, muy bien. Si te sientes muy incomodo con tu clientes, todo irá mal. Los profesionales que disfrutan acaban siendo muy buenos. Mejoran constantemente y dan lo mejor de sí mismos porque en su naturaleza está el hacerlo, no es una obligación sino una necesidad. Si disfrutas serás bueno, te irá bien, ayudarás.
Para saber quiénes son los clientes ideales, te será útil empezar definiendo para quién no quiere trabajar. Identifica comportamientos y actitudes, además de características para las que no quieres trabajar. Por favor haz una lista.
Ahora ponlo a la inversa y tendrás la lista de las características de tu cliente ideal para quien sí quieres trabajar. Necesitas trabajar con el nicho de clientela que hayas definido como estratégico y no con quienes se alejen de ese nicho.
Primero define como es tu cliente idea:
- Quién es y cómo es.
- Qué busca.
- Qué problemas o retos afronta.
- Qué soluciones necesita.
- Dónde está y cuándo está.
- Dónde se informa.
Cuando tengas claro todo eso puedes esbozar una retrato robot de quienes son los clientes ideales con sus cualidades y características. Imagina incluso su aspecto. Una vez tengas claro el prototipo de tu cliente ideal, viene tu segunda tarea ¿ Por qué razón habría de contratarte a tí?
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