Las probabilidades de tener una trabajo que no es el idóneo son altas. Sin embargo, aunque nos permita mantener nuestra vida, nos produce sensaciones de apatía, malestar y desesperanza. Merece la pena pararse a analizar las consecuencias de tener un trabajo equivocado e intentar ponerle solución. Hasta que somos conscientes de que el trabajo que ejercemos no nos identifica ni nos hace felices, puede pasar bastante tiempo en el que acumulamos trabajos equivocados. En muchos de estos trabajos nos vemos frustrados porque nos dedicamos a tareas repetitivas que no nos permiten mejorar ni desarrollar nuestras capacidades. También puede pasar que…